Cuando Katherine Peralta ingresó al programa IBT 200 Nicaragua de GRID Alternatives, su pasión por la energía solar se encendió. Era el año 2021 y estaba cursando el último año de Ingeniería Mecánica y precisamente fue la Jefa del Departamento de Energética de la universidad quien le habló de este taller.
“Lo que más me llamó la atención fue que era un entrenamiento sólo para mujeres y quise aplicar para conocer más a fondo cómo funcionaba eso de la energía solar”, recuerda con alegría pues esta capacitación técnica también fue su trampolín para ingresar a la vida laboral.
Desde muy joven conoció el mundo de la ingeniería dando sus primeros pasos como ayudante en un taller de mecánica automotriz, “Cuando vi los primeros motores desarmados me encantó. Quería saber específicamente dónde iba cada pieza, como funcionaba cada parte de la tecnología… y pues me enamoré y de ahí para adelante todo trabajo monográfico de la secundaria y la universidad los hacía relacionado con ese tema”, continúa.
Sus estudios en la universidad incluían temas relacionados con la energía y electrónica básica por lo que el curso como instaladora solar junior que imparte GRID resultó una misión fácil de cumplir.
“Fue una experiencia linda porque eran conocimientos que pude asimilar fácilmente y cuando ingresé al entrenamiento éramos 8 muchachas y todas teníamos conocimientos sobre ingeniería eléctrica, energías renovables y recursos naturales entonces a veces se desarrollaban temas donde cada una sabía un poquito o tocaba de manera somera la especialidad de alguna fue bien interactivo. Entonces nos enriquecimos de conocimientos un poco más profundos de lo que el entrenamiento estaba diseñado inicialmente”, agrega.
Pasión por la energía solar

Katherine es muy consciente de que las mujeres se enfrentan a muchas barreras a la hora de trabajar en la industria de la energía solar, “recuerdo que en una entrevista me dijeron que tenía que hacer un examen para demostrar los conocimientos que tenia del tema fue incomodo porque sentí que ellos pensaban que por ser mujer no iba a saber nada, y aunque acepté realizar el examen después no recibí respuesta”.
Esto no disminuyó sus deseos de seguir adelante y la oportunidad se presentó en una empresa dedicada a la comercialización de productos fotovoltaicos donde se ubicó como asesora técnica comercial proponiendo soluciones completas al cliente desde el diseño hasta la parte comercial.
Su desarrollo profesional continuo en otras compañías, pero la pasión por su carrera en la industria solar la llevo a formar equipo con otros dos jóvenes ingenieros para emprender con su propia empresa: Aulexsol. “Tome la decisión de ejecutar proyectos de manera independiente y esto lo hago uniéndome con estos dos chicos que desde el principio fueron muy importantes en mi desarrollo profesional”, dice.

Considera que parte del éxito logrado con este emprendimiento es gracias a la solidez de sus conocimientos y la manera en que se han mejorado los proyectos que ha diseñado. “Estamos impulsando la empresa entre los tres, luchando por dar a conocer el nombre y la calidad de nuestro trabajo a nivel nacional”, expresa.
Durante estos dos años ha sido prioridad dar respuestas a las necesidades de los clientes. “He visto su reacción se sienten bien atendidos por nosotros, y cuando tienen dudas con mucho gusto y entusiasmo siempre he tratado de explicarles, porque nosotros no les vendemos por vender sino que realmente sea una solución a sus necesidades”, agregó.
El sueño de esta joven ingeniera es instalar una planta de energía solar grande, de un mega. “Económicamente hablando un sistema de unos 20, 30 kilowatt pueden costar lo mismo que uno de en 5 o 6 con bastantes baterías de litio. Entonces la diferencia no es económica sino la parte técnica, de generación de la energía”, explica.
También se ha dedicado a promover la utilización de energía solar en las zonas rurales y ya logró instalar un sistema pequeño en una finca para que contaran con su propia iluminación, “a este tipo de clientes que tienen necesidades más básicas, más sencillas, también podés darles una solución y es algo que estoy trabajando de manera personal”.
En los próximos años ella y sus compañeros esperan que Aulexsol se proyecte como una empresa sólida capaz de poder brindar respuestas a volúmenes grandes de venta, y personalmente tiene el proyecto de impartir cursos para que más personas conozcan la energía solar y la utilicen.
“Hay que identificar lo que nos apasiona y trabajar en eso”

“A veces las mujeres sienten que son débiles o frágiles para trabajar en este sector, pero tienen que darse cuenta de que nosotras también tenemos muchas ventajas, tenemos la capacidad de ser analíticas, un poco más detallistas son virtudes que podemos explotar en el rubro. Unirse a una actividad económica en la industria tecnológica es una experiencia única porque formas parte del cambio, de tu legado».
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