Durante décadas, los videojuegos han sido considerados una mala influencia para niños, niñas y jóvenes, siendo frecuentemente relacionados con el fomento de conductas agresivas, la exposición a la violencia y una posible desconexión de la realidad.
Aunque es cierto que demasiadas horas sin supervisión con algún juego puede llevar a estas consecuencias, todo depende del diseño y propósito del juego. ¿Qué tal si no está hecho para destruir a un enemigo en específico, sino simplemente para aprender? ¿Podría ser una buena herramienta de aprendizaje?
“Sin duda, los videojuegos tienen un gran potencial como herramienta educativa. Al combinar elementos de entretenimiento con interactividad, pueden aumentar la motivación y el compromiso de los estudiantes, fomentando un aprendizaje activo y pueden adaptarse para abordar una variedad de objetivos educativos, desde enseñar conceptos académicos hasta desarrollar habilidades cognitivas y socioemocionales”, expresó Adriana Delgado, Especialista en Tecnología Educativas.

Agregó que al ofrecer entornos simulados y desafiantes, los videojuegos permiten a los estudiantes experimentar, tomar decisiones y enfrentar consecuencias, lo que contribuye a un aprendizaje práctico y significativo. “Sin embargo, su implementación exitosa requiere un diseño cuidadoso que integre los principios pedagógicos y tecnológicos para garantizar que los juegos respalden los objetivos educativos específicos”.
¿Qué habilidades pueden desarrollarse con los videojuegos?
La especialista explicó que los videojuegos educativos tienen el potencial de cultivar habilidades cognitivas como el pensamiento estratégico, la resolución de problemas y la toma de decisiones informadas. Además, pueden fortalecer habilidades socioemocionales al fomentar la colaboración, la comunicación y la empatía a través de la interacción con personajes y escenarios virtuales.
Conscientes de esta realidad la empresa de telecomunicaciones Tigo, ha impulsado durante 3 años consecutivos Gamers en Acción, un programa en línea dirigido a niños, niñas, adolescentes y jóvenes con el objetivo de introducirlos al mundo de la tecnología a través de una capacitación en línea gratuita utilizando como pilar fundamental la metodología de aprendizaje basado en proyectos.

“En nuestra experiencia, hemos utilizado una dinámica de aprendizaje lúdico para que los estudiantes desarrollen proyectos (videojuegos entre ellos), basados en ejes temáticos como medioambiente, internet seguro, inclusión, igualdad y equidad de género. Bajo esta dinámica en la que enfocamos el contenido en temas que son de interés social vamos ayudando a crear conciencia sobre la importancia que tienen y cómo pueden ellos usar su creatividad para crear un producto a través del cual motiven a otras personas a interesarse en estos temas”, explicó María José Argüello, Gerente de Responsabilidad Corporativa de Tigo Nicaragua.
Una de las novedades de esta tercera edición de Gamers en Acción es la apertura de la categoría “Colegios” registrando la participación de más de mil estudiantes, además de brindar formación en programación, también se incluyó capacitación en desarrollo de comics, diseño gráfico y edición de video.
“Además de estas actividades fundamentales, hemos ofrecido charlas a través del programa «Conéctate Segur@» sobre la importancia de un uso seguro, productivo y creativo de internet. Asimismo, hemos tenido el privilegio de contar con expertos en programación de videojuegos, diseño gráfico y edición de video, brindando charlas valiosas que enriquecen aún más la experiencia”, continúo Argüello.
Apasionado por la programación
Cristopher Alexander Moreira Paniagua, es un estudiante que ha demostrado que el autismo no es un impedimento para alcanzar sus metas. Cristopher participó activamente en Gamers en Acción y comprendió que las posibilidades en el mundo de la programación son verdaderamente infinitas logrando desarrollar su propio videojuego.

En su perspectiva, lo más destacado de este programa es la oportunidad que brinda para aprender a programar y aplicar sus conocimientos en proyectos concretos, que le permite desarrollar y fomentar habilidades en matemáticas, educación y conciencia ambiental a través de temáticas emocionantes como “Acción por el Clima”. Este programa no solo ha despertado su pasión por la programación de videojuegos, sino que también lo ha impulsado a seguir aprendiendo sobre este campo en el futuro.
Involucrar a los padres y educadores
Las tecnologías educativas tienen una influencia profunda en la educación de niños, jóvenes y adolescentes al enriquecer las experiencias de aprendizaje. Sin embargo, también plantean desafíos, como el exceso de tiempo en pantalla y la necesidad de desarrollar habilidades críticas para evaluar la información en línea. Por eso es crucial para educadores y padres guiar su uso para asegurar un equilibrio entre el aprendizaje digital y las interacciones en el mundo real, así como para cultivar habilidades digitales responsables y éticas en las nuevas generaciones.

“El papel de los padres en el uso de los videojuegos educativos de sus hijos es fundamental. Deben desempeñar un papel activo al seleccionar juegos apropiados según la edad y contenido educativo, establecer límites de tiempo en pantalla y supervisar el progreso y compromiso de sus hijos con los juegos. Además, los padres pueden involucrarse en discusiones sobre lo aprendido a través de los juegos, fomentando la reflexión y la conexión entre el juego y el mundo real, para asegurar un uso equilibrado y enriquecedor de estas herramientas educativas digitales”, recomienda Adriana Delgado, Especialista en Tecnología Educativas.
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