La historia de Leslie Herrera inspira y desafìa las convenciones sociales establecidas respecto a la educación. En este artículo ella nos comparte cómo fue su travesía al evolucionar de una carrera en ingeniería comercial hacia el apasionante mundo de la programación y desarrollo web.
Leslie, no cabe duda que tu historia es un testimonio inspirador de la capacidad humana para adaptarse, crecer y transformarse desafiando las expectativas convencionales . Vamos a comenzar desde tu profesión original que es ingeniería comercial ¿Porqué decidiste estudiar esa profesión? y ¿cuántos años trabajaste en ella?
«Cuando salí de la escuela, debía decir qué estudiar, los profesores en la escuela siempre nos decían “escoge lo que quieras ser el resto de tu vida”, esa frase me sonaba muy fuerte cuando estaba en la escuela, consideraba que era una decisión muy difícil e importante, porque ¿Cómo a tan corta edad hubiera sabido a lo que me iba a dedicar los siguientes años? .»
Sentía que no tenía una vocación o un llamado claro sobre algo para lo que realmente yo destacara, no era ni muy buena ni muy mala en nada, nos comparte.
De pequeña tenía un alto interés por las ciencias, luego lo tuve por las artes y el dibujo, sin embargo los prejuicios sociales me alejaron de estudiar carreras como diseño, por los dichos que se escuchaban de que “los artistas son pobres”. En lo que respecta a las ciencias, me gustaba muchísimo física y quería estudiar algo relacionado a alguna ingeniería civil, pero sentía que eso se reservaba para “las personas inteligentes” tenía miedo de fracasar y no poder triunfar en ciencias.

Pasé por muchas dudas, finalmente busqué en internet y distintos medios para jóvenes estudiantes, por lo que entendía que como era una decisión para mi futuro debía estudiar algo que tuviera alta empleabilidad, que no tuviera requisitos altos en materiales extra -ya que no vengo de una familia con mucho dinero- y también que no fuera muy larga y me permitiera una inserción rápida.
Finalmente decidí estudiar finanzas en la universidad y realizando una continuación de estudios en la noche terminé con la carrera de ingeniería comercial.
¿Cuál fue ese momento que te llevó a convertirte en una mujer en tecnología? ¿Podrías compartirnos cómo fue esa experiencia y qué lecciones aprendiste de ella?
¡Si, claro! Estuve casi 5 años trabajando en el área financiera en banca, honestamente no era un trabajo que me gustara o me llenara, pero me mantenía ahí “aceptando mi realidad” e incomodidades que me generaba este mismo trabajo, también aceptando que “existen personas en situaciones peores que yo” y que de cierta forma debería agradecer lo que tenía y seguir esforzándome.
Por cosas de la vida en el 2019 ocurre un estallido social en mi país y debido a esto y también mi fuerte desmotivación para ese tiempo me terminan despidiendo en diciembre de dicho año. Intenté buscar empleo algunas semanas, sin embargo 2 semanas después, llega a mi país la pandemia de COVID 19.


Debido al encierro, no era posible seguir postulando o buscando empleo, me sentía fuertemente devastada. Mi hermana ayudándome a buscar soluciones a mi situación, me comenta que hay un concurso azaroso para participar en un bootcamp de programación fullstack, el cuál gané con una beca del 100% para poder estudiar. Justo en las semanas siguientes a esto aparecen programas del gobierno de Chile para estudiar programación, entonces postulé y ¡gané otra beca!, esta vez para FrontEnd.
Los primeros meses de 2020 mientras no iniciaba los cursos estuve estudiando de forma autodidacta en distintas páginas y comencé a entender lo que era el desarrollo y me encantó poder “crear” cosas. Los meses venideros estuve estudiando de noche fullstack y de día el bootcamp de frontend.
A medida que tenía dudas empecé a buscar en internet y encontré distintas comunidades de programación, en whatsapp, en facebook y en slack de las que me hice parte leyendo y preguntando.
Me di cuenta que en el mundo de la tecnología existen estos lazos de personas que realmente se ayudan y se apoyan en el proceso, me encantó esto y comencé a participar mucho más de ellas.
Leslie Herrera
Me encantó de la tecnología que me brindaba el aprendizaje constante, flexibilidad y comunidad.
Entendí que el mundo que yo conocía no era lo único y que podía crecer y mis conocimientos previos sumaban fuertemente a lo que ya había hecho, “no toda mi vida había sido en vano” y podía trabajar en algo que realmente me pareciera divertido o desafiante.
Con respecto a la dinámica laboral estándar, ¿qué comparación puedes realizar vs la dinámica que tienes hoy?
Fué un cambio radical muy grande, anteriormente tenía un horario de trabajo fuertemente estricto, debía marcar con mi huella digital la entrada y salida de la oficina, era muy normal, casi a diario terminaba haciendo horas extras, muchas veces saliendo a las 8 o 9 de la oficina, debía usar uniforme impuesto por la compañía, debía “aceptar” ciertas cosas que eran normativas en el banco, como conductas o comentarios y en la industria que me encontraba vi mucha discriminación por temas físicos, es decir, con respecto a cómo luces y no se valoraba tanto tus capacidades intelectuales o de trabajo como persona.
Al día de hoy en mi empleo y otros que he tenido , al menos en mi experiencia personal, no me han discriminado por mi color de pelo o me han hecho preguntas discriminatorias para poder ingresar a un proceso de selección. Los procesos son más enfocados en si cumples con requisitos técnicos que a cómo te ves o cómo luces.

He tenido la ventaja de que todos mis trabajos han sido remotos y me ha permitido ganar calidad de vida al poder dedicar horas que antes perdía viajando, a estar en familia, jugar o hacer cualquier otra actividad que yo desee, como también no tener que vivir necesariamente en los lugares más céntricos y caros de la ciudad.
No podría decir que una es mejor que la otra, pero definitivamente un ambiente de trabajo más flexible me ha permitido desarrollarme y ser mucho más feliz.
¿Cuáles son los aspectos claves que te ayudaron en la reconversión hacia tecnología?
El primero siento que fué, que desde que me tocó hacer mi primera página web, el poder crear cosas con código y llevarlas a algo usable, me encantó, realmente sentía que me estaba gustando lo que estaba haciendo.
El que me gustara la tecnología me permitió poder pasar varias horas estudiando y dedicarle el tiempo necesario a mejorar y crecer en esto.
Creo que por ahí siempre escuchaba ese dicho que dice que “trabaja en lo que te gusta y no trabajarás un día” y yo no sentía que nada me gustara mucho, ahora con la programación si sentí eso, que estaba haciendo algo que me parecía realmente interesante y emocionante, con desafíos y varias dificultades, no era un paraíso pero al final del día igual me gustaba y no sentía que fuera un dolor el trabajar.
Lo segundo, creo que fueron las comunidades y el apoyo de mi familia.
El contar con soporte familiar y de otras personas te mantiene a flote cuando las cosas se ponen difíciles y no hablo solo de lo técnico sino, lo emocional porque es fácil dudar de una misma y sentir que quizás no sirves o no puedes lograrlo, creo que en mi caso de hecho fuí escéptica hasta que no encontré un empleo de que era posible realmente.
¿Qué consejo te gustaría compartir con otras mujeres que aspiran a tener un cambio en sus carreras profesionales?
Un consejo muy básico y que podría parecer bastante trillado, pero es “sé tu misma”, siento que desde que pude hacer un autoconocimiento y reflexión y pude encontrar algo que me gustaba de verdad, salió mi verdadera yo mostrando todo lo que era capaz, sin ocultarme y enmascarar mi personalidad o sentir temor por la vida de forma constante.
Es importante trabajar en el autocuidado y si tienes duda toma terapia o pide ayuda, no te quedes sola, busca grupos de personas que te sumen y busquen tus mismos objetivos.
¿Una frase que te identifique? Las personas que no estudian viven para un mundo que ya no existe.
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