La Coach de Salud y bienestar que ayuda a transformar la relación de mujeres profesionales con la comida y las emociones

Emigró desde el sector tecnológico y hoy empodera a Mujeres para Superar el Hambre Emocional.

Cuando Cristina Rodríguez empezó su carrera profesional en la ciudad de Nueva York sufrió de mucho estrés y ansiedad. El comportamiento de comer por emoción o hambre emocional que había aparecido previamente en la adolescencia se hizo más intenso con episodios frecuentes de comer compulsivamente para obtener calma y control.

“Aún me emociono recordando cuando trataba de llenar vacíos emocionales, que ni las pastillas para adelgazar ni las mil y una dieta de moda pudieron ayudarme. Después de un largo proceso de trabajar en mi interior he ganado un verdadero respeto por mi cuerpo, por la comida y por la vida. Ya no veo el cuidarme como un lujo o un sacrificio; más bien, son la base de áreas importantes en mi vida como el trabajo y las relaciones”, dice Cristina.

El siguiente cambio significativo en su vida llegó con la pandemia (de COVID) esta vez para su carrera profesional, “en algún momento del camino me di cuenta de que realmente no me llenaba el trabajo en esa compañía y volví a educarme. Encontré este campo, Coaching de Salud, que gradualmente está creciendo en Latinoamérica y está más desarrollado en Estados Unidos; y ahora soy una Coach de Salud y Bienestar”, continúa.

Aunque este campo tiene muchas áreas de enfoque, Cristina ha decidido ayudar a mujeres profesionales “que al igual que yo están pasando por momentos críticos en su alimentación, sufren de hambre emocional, sufren periodos de mucho estrés y ansiedad, entonces las ayudó a incrementar la autoestima, la energía y a mejorar la relación con la comida y el cuerpo”. 

Hambre real vs hambre emocional ¿Cómo distinguirlos?

El hambre real o fisiológico surge como una respuesta de nuestro cuerpo ante la demanda de energía y la sensación que nos produce es la de un vacío en el estómago. Para calmarlo, no necesitamos un alimento específico, de modo que cualquier comida en la proporción adecuada nos brindará una sensación de bienestar.

Por el contrario, el hambre emocional aparece como forma de afrontar situaciones de manera inadecuada. El “deseo” de comer aparece como respuesta repentina a la presencia de emociones intensas que queremos evitar sentir (tristeza, enojo, soledad, etc),. El lidiar con las emociones de esta manera se convierte en un ciclo que crea culpabilidad y frustración.

“En el fondo, el hambre emocional es realmente la necesidad del ser humano de llenar vacíos emocionales para sentirse mejor y se desarrolla a partir de  una experiencia o un trauma que han pasado y donde encuentran refugio es en la comida. Desafortunadamente la comida no arregla estos problemas emocionales. Pero para muchos la comida representa la medicina que utilizan para adormecer los sentimientos, las emociones no expresadas, los objetivos no realizados, las presiones, etcétera”, explica la coach.

El Método C R I S—- 

El hambre emocional tiene diferentes causas, cada una con su grado de intensidad, por eso el primer paso es tratar de identificar las emociones. “Trabajamos en eso, en identificar los triggers (gatillos ) emocionales y comenzamos un camino de educación, de adoptar nuevos hábitos alimenticios y hábitos saludables en general que las ayuden a mantener ese balance, sobre todo cuando están bajo presión, porque son mujeres profesionales que están tratando de escalar en la carrera profesional; que están tratando de balancear la vida personal y el trabajo”, explica.

Combinando su experiencia personal con sus conocimientos como coach certificada, creo el método C R I S que consiste en 4 pasos:

  • C – Conciencia: Identificar las creencias limitantes y emociones negativas que desencadenan el comer emocional. 
  • R – Redefinición: Redefinir la relación con la comida y las emociones estableciendo condiciones para el éxito inevitable. 
  • I – Implementación: Tomar acción a través de técnicas y herramientas personalizadas que mejoran la nutrición, movimiento, sueño y salud mental. 
  • S – Sinergia: Crear hábitos saludables transformadores que integren salud física, mental y emocional.

“Definitivamente uno tiene que priorizarse, buscar en su interior y saber cuáles son las prioridades en la vida comenzando con la familia y la salud.. Cuando se trata de alcanzar tus objetivos de salud el éxito está en la planificación, aunque no se tenga mucho tiempo y dependiendo del ritmo y estilo de vida de la persona podemos organizarnos para ir de compras al supermercado, cocinar “batch cooking” o pedir comida saludable. También hay que tener snacks saludables en la casa y no saltarse las comidas”, recomienda la coach. 

Una coach de salud y bienestar tecnológica

En la actualidad Cristina ayuda a las mujeres profesionales a liberarse del comer emocional y aumentar su autoestima, pero el ámbito tecnológico no es ajeno a ella pues laboró durante 8 años en una compañía de tecnología. 

“Me gusto lo que hacía, fue muy emocionante porque la tecnología va creciendo, va evolucionando y uno dice yo también voy creciendo con esto, entonces fue bastante aprendizaje. También lo que me gustó fue un programa de liderazgo en la compañía donde tenías la oportunidad de ver diferentes áreas del negocio y escoger una, entonces hubo bastantes oportunidades para explorar. Escogí ser coaching de salud porque yo también sufría de hambre emocional cuando era adolescente y aunque no tuve un coach lo logré superar a través de los años pero fue muy duro. Ahora priorizo mi salud, encontré esta carrera y ¡me encanta! siempre ando hablando como cuidarse y apreciar nuestro cuerpo, y me encanta ver otras personas que también toman el liderazgo y la responsabilidad en cuidar su salud y si las puedo empoderar con eso realmente me llena el corazón y el alma”, dice Cristina.  

Mejora la relación con la comida y tu cuerpo

“Nosotras buscamos siempre la excelencia. Buscamos ser las mejores mamás, ser las mejores compañeras, las mejores en nuestras carreras y queremos también vivir una vida plena pero tener un balance al 100% en nuestra vida es difícil de alcanzar, porque unos días va a tomar prioridad una parte de nuestra vida, otros días va a tomar prioridad la otra parte y creo que así se mantiene el balance”, dice Cristina. 

Agrega que un paso que realmente funciona es tomar una pausa o tiempo para una misma. “Darse el permiso de decir déjame respirar, déjame estar con mis 5 sentidos en el presente y realmente ver qué emociones fluyen, que me incomoda en esos momentos, que personas o circunstancias me están estresando y pensar si realmente eso vale la pena en nuestra vida. Ese es el primer paso estar un poquito más consciente y en sintonía con el presente y luego tomar acción”. 


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