“Después de mucho pensar llegue a la conclusión de que si uno quiere dejar su huella en el mundo, la forma que puede ser un impacto escalable no es ayudando a una persona específica o una población, si no a empresas, porque las empresas si vos las ayudas a crecer ellas multiplican ese impacto en sus colaboradores, en las familias de sus colaboradores, en la comunidad donde están y esta es una forma donde uno puede rápidamente multiplicar ese impacto”, nos comparte Vanessa Castro, nicaragüense que ha destacado en el mundo startup de nuestra región.
Luego de haber fundado una startup (Travail) , liderar el equipo de operaciones de una plataforma de trabajo remoto y experimentar los altibajos del emprendimiento, hoy Vanessa Castro ha decidido dar un salto de fe en su carrera y fundar su propia empresa para crear ese impacto escalable .

Y es así como nace Cagu Consulting una empresa donde “Brindamos a las pequeñas empresas las herramientas y la experiencia necesarias para prosperar en un panorama dinámico y competitivo para que hagan realidad sus ideas de manera rápida y accesible; nos dirigimos a las pequeñas empresas porque de donde quiera que sean, Latinoamérica o Estados Unidos, tienen los mismos problemas en escalas diferentes”, asegura Castro.
Una emprendedora resiliente e innovadora
Ser un emprendedor va más allá de tener una idea de negocio, se trata de cultivar una mentalidad resistente, innovadora y adaptable, Vanessa está consciente de esto : “La primera vez que me lancé a crear una empresa era casi que privilegiada porque no tenía nada que perder. Acaba de terminar la Maestría, no tenía trabajo y gracias a Dios no tenía deudas porque la maestría había sido una beca, no tenía hijos, ni nada. Entonces las de perder eran muy pocas comparado con muchas personas y por eso dije: si no es ahorita, no va a ser nunca”, recuerda sobre su primer emprendimiento.
Confiesa que muchas veces se arrepintió en su día a día pensando “Por qué diablos me metí en esto cuando estaría mucho más tranquila en un trabajo de 8 a 5, con un salario todos los meses. Pero esos días malos me hicieron callos, entonces ya los siguientes emprendimientos resultaron un poco más fáciles porque ya lo peor lo pasaste la primera vez y evitas cometer los mismos errores”.

Castro recomienda a las personas que desean emprender y no lo hacen por el miedo o porque tienen mucho que perder, que piensen en un proyecto que no requiera mucha inversión y utilizar las herramientas tecnológicas que faciliten darle vida a esa idea. “Puedo tener mi trabajo de 8 a 5 y en las noches ponerme a hacer mi herramienta o mi aplicación y ahora con Chat GPT podés integrar cualquiera de estas herramientas de bajo código con la IA entonces tu riesgo depende de lo que querrás ponerle tanto de tiempo como de plata eso es todo; no tenés que pensar que emprender sea algo fuera de este mundo ahora más que nunca es demasiado sencillo”, afirma.
Otra recomendación a los emprendedores es pensar global y no sólo localmente para impulsar sus negocios. “Cualquier empresa perfectamente puede salir de la geografía nacional, es un proceso, no vas a pensar que de un día para otro vas a salir fuera, especialmente por el tipo de producto que tengas, pero si tienes un servicio que podés entregarlo desde la computadora el mundo completo puede ser tu cliente”.
Llevando la tecnología a las pequeñas empresas
Como empresaria y mujer STEM destaca que su visión desde Cagu Consulting es cómo incluir la tecnología y la innovación para mejorar los procesos de las pequeñas empresas.

Dentro de los servicios que ofrece Cagu se encuentran la creación y automatización de procesos, “algo tan importante porque realmente ayuda a estandarizar mejor esos procesos que pueden ser automáticos no tenés que ser vos el que los está haciendo. Otra de las líneas que estamos empujando es usar las herramientas de Low/No-Code para rápidamente generar productos, generar herramientas internas, generar MBP, sin tener que gastarte un dineral y sin tener que pasar meses en poder generar un producto”, agregó.
Valora que en el futuro, el desarrollo de la tecnología, van a ser estas herramientas de bajo o nada de código (Low/No Code), “esto va de la mano con un termino que se va a estar usando mucho en estas empresas y es citizen development, es decir, cualquier ciudadano puede ser un desarrollador ahora y es hacia dónde vamos”.
“Eso es nuestra nueva empresa, el poder compartir cómo puede ser mucho más fácil entrar a tecnología sin tener tantas barreras como había hace unos años porque estas herramientas están democratizando la tecnología”, dice orgullosa.
Esta emprendedora apuesta por trabajar con empresas de diversos tamaños y rubros porque todas necesitan algún tipo de automatización en sus procesos “cualquier empresa que ya tenga un proceso establecido y llegó un punto en el que sentir que ya ese proceso está siendo una carga para tu operación diaria y necesitas de alguna forma automatizarla ese es el tipo de empresa con la que podemos trabajar”, concluye la fundadora de Cagu.
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