Ingrid Mayanin Rodríguez Buenfil: Pionera que inspira a que más mujeres ingresen al campo científico

Cuenta que siendo niña le llamaban mucho la atención las plantas y las flores, tanto que «jugaba  elaborando mis perfumes de una manera muy rústica: dejaba remojando flores en alcohol y después los filtraba para eliminar las partes sólidas y listo» nos comparte Ingrid Mayanin Rodríguez Buenfil, Investigadora Científica en el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, A.C. (CIATEJ), México.

Ingrid se ha desarrollado en el campo de la investigacion científica y es una destacada mujer STEM que hoy con más de 30 años de experiencia comparte con nosotros sobre sus inicios y legado para que más mujeres se inspiren y animen a estudiar profesiones cientificas.

¿Qué te inspiró a elegir una carrera en biotecnología y cuál fue tu principal motivación para dedicarte a la investigación científica?

Descubrí mi amor por la química en la secundaria cuando cursé esa materia y se volvió mi asignatura favorita, desde ese momento estuvo claro para mi que eso es lo que estudiaría. Al entrar a la Universidad elegí la carrera de Químico Biólogo Bromatólogo, pues me interesaba el área de alimentos. Ya en esta carrera conoci materias como : fermentaciones, microbiología de alimentos y enzimología entre otras, entonces me llegó el interés en profundizar más en esos temas y en estudiar un posgrado, por lo que elegí una maestría en biotecnología.

En lo personal prefiero la aventura, me encanta lo nuevo en vez de la rutina por lo que me quedó claro que mi camino sería la investigación científica,  con un enfoque aplicativo, por lo que posteriormente estudié un doctorado en Procesos Biotecnológicos en un programa de intercambio entre México y Francia, siendo ya investigadora del CIATEJ un Centro Púbico de Investigación en México donde laboro desde hace 36 años.

¿Cuáles consideras han sido tus mayores logros en tu carrera hasta el día de hoy?

Considero uno de mis mayores logros es el haber sido la creadora (diseño y planeación de la Unidad, líneas de investigación, selección y contratación de investigadores, obtención de la donación del terreno y de fondos para la infraestructura) y fundadora de la Unidad Sureste del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ) en  la ciudad de Mérida, Yucatán y directora de ésta de 2002 a 2015 en donde la totalidad del grupo que formé (compuesto por 13 investigadores) ha logrado ingresar al Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras de México (SNII) obteniendo las distinciones de Nivel I y Nivel II y obteniendo por mi parte la distinción de Investigador Nacional el Nivel III.

Otro gran logro ha sido el apoyo brindado a empresarios para la solución de problemas que causaban mermas económicas y se ha podido colaborar a dar un valor agregado a subproductos agrícolas e industriales que adicionalmente causan un problema de contaminación ambiental. Todo esto ha podido beneficiar a productores, industriales y a la sociedad en general. Las cadenas productivas con las que he trabajado principalmente son: chile habanero, miel, cítricos y papaya, cuyas actividades incluyeron desarrollos tecnológicos, obtención de patentes, impartición de talleres, pláticas, ferias interactivas a productores y público en general.

¿Cuál ha sido el reto más grande que enfrentaste durante tu trayectoria profesional y cómo lo superaste?

El reto más importante fue lograr, en una época donde todavía estaba muy marcado el machismo en México, que reconocieran mis capacidades, mi trabajo y me dieran las mismas oportunidades que le daban a mis compañeros hombres. Por ejemplo, para lograr que me autorizaran realizar mi doctorado, siendo ya investigadora del CIATEJ, me llevó 6 años mientras que un investigador hombre se lo autorizaban en un año. Esta situación la superé trabajando muy duro, siendo muy tenaz y constante para demostrar que merecía y tenía derecho a esa oportunidad. 

Otro ejemplo que viene a mi mente es durante la realización de mi primer proyecto en un Ingenio azucarero donde tenía que hacer el seguimiento y diagnóstico del proceso de fermentación para la producción de alcohol, para posteriormente mejorar la eficiencia de este proceso, para lo cual debía trabajar con los obreros de la planta verificando sus actividades y dándoles instrucciones para modificar el proceso, siendo yo mujer y con 25 años de edad, tuve que ganarme su respeto para que me tomaran en serio y siguieran mis indicaciones, trabajando a la par con ellos y siendo a la vez muy respetuosa de su trabajo, tratándolos de la misma manera a como me dirigía a mis colegas en ese proyecto, resaltando la importancia del papel de cada uno de ellos en el éxito del proceso. 

En la Inauguración Unidad Sureste de CIATEJ

¿Cómo ves la importancia del liderazgo femenino en la ciencia y la tecnología?

El liderazgo femenino es hoy en día una realidad palpable (por ejemplo tenemos en México la primera Presidenta después de más de 200 años de independencia) por lo que en el campo de la ciencia y la tecnología no será la excepción, las niñas y jóvenes de hoy deben ver con seguridad que no existe ninguna limitación por el hecho de ser mujer, que existimos mujeres que hemos abierto camino por el que pueden transitar. Al compartir nuestras historias de vida y las dificultades encontradas junto con la forma en que las enfrentamos, les hará darse cuenta que si nosotros pudimos ellas también pueden si se lo proponen y trabajan con constancia y tenacidad para conseguirlo.

En mi caso me tocó fundar y ser directora de una Sede de mi Institución, rodeada en los primeros años de directores de otras Instituciones, líderes empresariales y políticos todos hombres. Siendo la única mujer en reuniones de toma de decisiones para el área Científico y Tecnológico del Estado de Yucatán, fue complicado, pero siempre obtuve el respeto de mis colegas y compañeros, la atención a mis opiniones y trabajo conjunto, lo cual fue posible dando exactamente lo mismo, respeto por sus opiniones, y expresando mis opiniones de la misma manera.

Como participante en el programa Mentoras en la Ciencia, ¿qué mensaje les transmites a las jóvenes científicas y qué consejo les darías para enfrentar los desafíos en el campo STEM?

Primero: Confíen en ustedes, todo lo que se atrevan a soñar es posible de alcanzar si están dispuestas a trabajar por ello y no permitan que nadie les diga lo contrario. Sean persistentes, perseverantes y cuando las cosas se pongan difíciles trabajen todavía mas duro y tengan la seguridad que todo valdrá la pena pues todo lo sembrado será cosechado a su debido tiempo.

Cuentas con  tres líneas de productos en el mercado, ¿cúal es clave para transformar la investigación científica en soluciones comerciales exitosas?

Se debe satisfacer una demanda o necesidad que no está completamente satisfecha aplicando la innovación, esto es, desarrollar un nuevo proceso, producto ó servicio, o mejorar uno existente. Debe ser muy clara la aplicación y el mercado al que está dirigido y se debe estar dispuesto a arriesgarse invirtiendo o consiguiendo los recursos económicos para  ello.

¿Qué falta para fomentar una mayor inclusión femenina en los campos de investigación científica?

Educación temprana en casa y escuela elemental de que el ser mujer no es limitante para ninguna profesión, apoyar a las niñas a ser seguras de sí mismas, a que confíen y desarrollen sus capacidades sin prejuicios. Asimismo una mayor promoción sobre el papel que ha desempeñado la mujer en el campo científico, contando sus historias, para que conozcan ejemplos de mujeres que lo han logrado, como lo hacen ustedes a través de su página web.

¿Cómo te gustaría que te recordaran en el ámbito científico y qué legado te gustaría dejar para las futuras generaciones de mujeres en STEM?

Me gustaría que me recordaran como una mujer pionera que le tocó abrir camino para que más mujeres pudieran incursionar en el campo científico defendiendo siempre el reconocimiento por igual al valor de nuestras ideas/propuestas/proyectos independientemente del género, estado civil y de tener o no hijos.

Quiero dejar como legado a las futuras generaciones de mujeres STEM la seguridad de que son capaces de enfrentar los desafíos que se les presenten en la vida, por más difíciles que parezcan, tienen la fuerza y sabiduría para resolverlos y salir adelante, confíen en ustedes. Si yo pude,  tú puedes!


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