«Ten persistencia, confía en tus habilidades.» Indira Araya, Ingeniera Mecatrónica

En un mundo donde la tecnología transforma cada aspecto de nuestras vidas, destacan aquellas mujeres que, con pasión y determinación, abren camino en disciplinas tradicionalmente dominadas por hombres. Este es el caso de Indira Araya Castilla, ingeniera mecatrónica y actual coordinadora de automatización, quien no solo ha logrado destacar en su carrera, sino que también busca ser una guía para las nuevas generaciones.

En este perfil, Indira nos comparte los desafíos y logros de su carrera, desde sus inicios hasta su actual rol profesional. Además, envía un poderoso mensaje a las jóvenes interesadas en carreras STEM, animándolas a explorar su potencial, romper barreras y encontrar su lugar en un campo lleno de oportunidades. 

La inspiración inicia en el hogar

Indira Araya Castilla (Foto cortesía)

Indira confirma con su historia que todos los niños y niñas nacen con una curiosidad innata por descubrir el  mundo, y cómo se llega a desarrollar esa curiosidad depende en gran medida de nuestros referentes y del  entorno en el que crecemos. En su caso, la pasión por las máquinas y la industria se empezó a formar  desde casa gracias a sus padres, quienes siempre alimentaron su curiosidad.

«Mi mamá tenía el  hábito de llevarme a todas las ferias de tecnología que veía anunciadas en el periódico, mientras que  mi papá, con su vulcanizadora, me enseñaba a usar las herramientas de su taller. Me transmitió algo  invaluable: no tener miedo a las piezas, las máquinas, los repuestos, y mucho menos a ensuciarme  las manos » recuerda Araya.

¿Qué te motivó a elegir estudiar mecatrónica?

«En  secundaria tuve la oportunidad de participar en cursos donde programé mi primer PLC (controlador lógico programable por sus siglas en inglés) a los 13 años,  desarmé un transformador y aprendí a usar máquinas como el torno y la fresadora. «

«Desde temprana edad, me sentí fascinada por la mecánica, la electricidad y la electrónica.» Cuando llegó el momento de decidir qué estudiar, sus padres imaginaban caminos distintos como  medicina o negocios internacionales. Mientras tanto, pensaba: «¿Qué hago si me gusta todo?».  Todo cambió el  día que mi mamá llegó con una publicación de La Prensa dedicada a la ingeniería mecatrónica. Al  leer esas dos páginas, supe sin dudarlo que ese era mi camino. 

Indira es Ingeniera en Mecatrónica. Foto Cortesía

Tomar esa decisión no fue fácil.

«Seguir ese sueño significó dejar a mis padres y mi hogar para  convertirme en migrante, un paso que vino cargado de incertidumbre y emoción a partes iguales» comparte. Recuerdo el dolor de despedirme de ellos, de mi entorno familiar, pero también la determinación  que sentí al dar ese salto. Indira sabía que estaba eligiendo algo que le apasionaba profundamente. Ser migrante no solo implicó adaptarse a un nuevo lugar, sino también  aprender a ser resiliente y a enfrentar los desafíos con la cabeza en alto. Sin embargo, esa distancia  también fortaleció sus lazos familiares, sus padres seguían siendo su mayor  apoyo emocional quienes le daban ánimos recordándole siempre por qué había decidido embarcarse en ese camino. 

Coordinadora de automatización

Actualmente Indira se desarrolla profesionalmente como coordinadora de automatización en una empresa de referencia global.

¿Cuáles son las principales funciones que desarrollas como coordinadora de  automatización? 

Como coordinadora de automatización, lidero un área de mantenimiento enfocado en la  electricidad, instrumentación y automatización de máquinas y procesos; combinando conocimientos técnicos y habilidades administrativas para garantizar el correcto funcionamiento del  mantenimiento eléctrico, la automatización de máquinas y líneas de producción. Este rol implica  tomar decisiones estratégicas sobre la actualización de procesos, participar activamente en  proyectos de mejora continua y gestionar los presupuestos de mantenimiento de manera eficiente.  Es un trabajo que exige estar siempre al tanto de las tecnologías emergentes y de las necesidades  operativas de la industria. 

Una de las cosas que más orgullo me da de este rol es ser parte de un equipo donde las mujeres  representamos el 25% del personal técnico. Somos cinco mujeres con diferentes trayectorias: desde  jóvenes que están iniciando su carrera hasta profesionales con casi 30 años de experiencia en roles  STEM. Entre nosotras hay técnicas e ingenieras, y es maravilloso ver cómo se transmiten  conocimientos y experiencias a las nuevas generaciones. Compartir espacios de trabajo con colegas  visionarias, comprometidas con la innovación y la transformación de la industria, es un verdadero  privilegio y una inspiración constante. 

¿Cuál ha sido el proyecto más desafiante que has liderado y qué lecciones aprendidas  puedes compartir? 

Cuando tienes pasión por lo que haces, los desafíos dejan de sentirse como obstáculos y se convierten  en oportunidades para aprender y crecer. He tenido la suerte de participar en proyectos muy  significativos a lo largo de mi carrera, pero el que más cariño le tengo hasta ahora es el montaje de  un brazo robótico para una línea de producción. Fue un desafío que nos exigió al máximo a todo el  equipo. Tuvimos que poner a prueba nuestros conocimientos, adquirir nuevos, y encontrar soluciones  creativas para sacarlo adelante. Hubo momentos de tensión, pero la satisfacción de ver el brazo en  operación, trabajando en tiempo récord, es indescriptible. Este proyecto fue un recordatorio de que  en Nicaragua existe talento y capacidad para ejecutar montajes industriales de alta complejidad  y lograr resultados de clase mundial con esfuerzo y dedicación. 

También he tenido la oportunidad de participar en proyectos impresionantes, como el  mantenimiento de un horno de producción de clínker (la materia prima del cemento). Es un equipo  colosal, de casi 100 metros de longitud y temperaturas de hasta 1450 °C. Ver el material salir al rojo  vivo, como si fuera lava, es una experiencia inolvidable. Recuerdo mirar una parte del horno llamada  ‘satélites’ y pensar: ‘Esto es tan imponente como los cohetes que enviamos a la luna’. Trabajar en un  proyecto de esta magnitud no solo requiere planeación meticulosa con un año de anticipación para  tareas que duran pocos días, sino también un enfoque absoluto en la seguridad. Cualquier error  puede tener un impacto crítico en el equipo y, más importante aún, en las personas que participan en el mantenimiento. La responsabilidad es inmensa, pero también lo es la gratificación al verlo todo  funcionar perfectamente. 

Sin embargo, diría que el proyecto más desafiante para cualquier mujer en la industria no siempre  está relacionado con las máquinas o los sistemas. Las computadoras, los robots y los equipos,  aunque complejos, siempre tienen una lógica que podemos descifrar. Lo realmente desafiante es  abrirte camino, ganarte un lugar en un equipo y enfrentar las dudas, tanto propias como las que  pueden surgir de los sesgos de los demás. Pero es precisamente en esos momentos donde encuentras  tu fuerza, te reconoces a ti misma como profesional y demuestras que el género no define el talento  ni la capacidad. En un equipo, todos somos ingenieros, y lo que importa son las ideas, la experiencia  y las soluciones que podemos aportar. 

Habilidades y obstáculos

¿Qué habilidades consideras esenciales para liderar proyectos de automatización y control  en una industria tan dinámica?

En un campo tan dinámico como la automatización y el control industrial, considero que una de las  habilidades esenciales es la capacidad de mantenerse actualizado constantemente. Esto implica no sólo dominar las herramientas y sistemas actuales, sino  también tener la disposición de aprender, adaptarnos y adoptar nuevas tecnologías que transformen  la industria. 

Además, aconseja desarrollar habilidades como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la capacidad de  resolución de problemas son igual de críticas. «La automatización no es solo sobre máquinas; es sobre  personas que colaboran para crear soluciones integrales» reafirma.

¿Cuáles han sido los obstáculos más significativos que has enfrentado como mujer en el  campo STEM y cómo los has superado? 

En el campo STEM, uno de los mayores desafíos que enfrentamos las mujeres es el sesgo inconsciente  de un entorno tradicionalmente dominado por lo masculino. Este sesgo puede manifestarse en  cuestionamientos sobre nuestra capacidad para liderar situaciones complejas, lo cual genera  barreras adicionales que debemos superar. 

Para enfrentar estos obstáculos, he aprendido a confiar en mi capacidad y a demostrar con hechos lo que soy capaz de lograr. Trabajar con profesionalismo, mantener un enfoque constante en la  excelencia y liderar con el ejemplo han sido mis herramientas principales.

Además, considero fundamental no solo enfocarme en mi desarrollo profesional, sino también en  generar un impacto positivo en mi entorno. Participar en proyectos desafiantes y asumir  responsabilidades estratégicas me ha permitido demostrar que el género no define el talento ni las  habilidades. Con el tiempo, estas experiencias me han enseñado que los prejuicios no tienen por qué  definirnos. Lo que realmente importa es nuestra capacidad para superar retos, aportar soluciones y  contribuir al éxito de los equipos e iniciativas en los que participamos. 

La clave está en mantener el enfoque y no dejar que los demás te limiten tus habilidades ni apaguen  la chispa de expectativas a futuro.  

Indira apoya y participa en actividades para inspirar a niñas y mujeres en STEM (Foto Club Steam)

Inspirar

¿Quiénes han sido tus mayores referentes o influencias en tu carrera, y de qué manera te  han inspirado?

Gracias a comunidades como Mujeres en STEM de IEEE y plataformas como LinkedIn, tuve  la oportunidad de conectar con figuras inspiradoras, como Marie André Destarac, PhD en Robótica,  quien lideraba un proyecto de exoesqueletos en España. Sus mensajes y su trabajo me motivaron  profundamente a buscar dejar una huella en el mundo. Este impacto fue clave para que, al finalizar mi carrera, me involucrara en un proyecto de sistemas de control para exoesqueletos de  rehabilitación en El Salvador, junto a un estimado colega, Manuel Cardona, también PhD en Robótica  y director de investigación en una universidad salvadoreña.

Recientemente, también encontré inspiración en Sheyla Morales, una ingeniera nicaragüense que  trabaja en la NASA. Su especialización en modelos de ingeniería para sistemas complejos refleja un  camino profesional que admiro y que me gustaría explorar en el futuro.

¿Qué consejo le darías a una joven que esté interesada en especializarse en mecatrónica o  en una carrera en STEM? 

Ten persistencia, confía en tus habilidades. Si esto te apasiona te será muy gratificante disfrutar el  camino con cualquier meta que te propongas. No se dejen intimidar y enfrenten el desafío con  confianza porque el presente y el futuro necesita más mujeres que nutran el mundo STEM con  perspectiva. Rodéate de personas que te inspiren y te apoyen. Comunidades como NICAWOMANTECH  son cruciales para sentirte parte de la comunidad, recuerda que tu voz y tus ideas son valiosas y que  puedes aportar soluciones innovadoras que marquen una diferencia en el mundo. 

Espero inspirar a otras mujeres en STEM siendo un ejemplo tangible de lo que se puede lograr cuando  vives con pasión tus intereses profesionales.

Como coordinadora de automatización  industrial, procuro ser una figura accesible y visible en mi campo, utilizando mi voz para  mostrar que las mujeres podemos liderar, innovar y transformar la industria. Además, aprovecho  redes sociales y comunidades profesionales para tender puentes y compartir conocimientos, porque  creo que la luz que no se comparte se extingue, y juntas, podemos brillar más fuerte. 

Al final del día, mi esperanza es que más niñas y jóvenes encuentren inspiración en historias como la  mía, para que se atrevan a soñar en grande, superar obstáculos y descubrir que el campo de STEM  está lleno de posibilidades emocionantes para ellas.


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