Ella tiene una frase que define su vida: Ad astra per aspera (through hardships to the stars) que en español significa «hacia las estrellas a través de las dificultades».
Y es que el recorrido de Sheila Morales en una profesión STEM inició desde la infancia, en su país natal Nicaragua, guiada por su gran curiosidad por los aviones, las naves espaciales y el universo e inspirada en un libro de astronomía y en las experiencias junto a su padre. Su camino ha estado marcado por retos, determinación y una pasión incansable. Hoy, como ingeniera aeroespacial, su trabajo impacta vidas en todo el mundo.
En esta entrevista, Morales comparte su historia, los desafíos que enfrentó y su consejo para las futuras generaciones que sueñan con alcanzar las estrellas.
¿Qué o quién te inspiró a seguir una carrera STEM? Desde mi niñez, el espacio, las naves espaciales y los aviones han sido mi gran pasión. Uno de mis primeros recuerdos, cuando tenía entre 4 y 6 años, fue mi obsesión con un libro que mis padres me regalaron. Este libro describía todo el proceso de los astronautas, la composición de los planetas, las constelaciones y la geografía planetaria. Otra fuente de inspiración fue mi padre, quien me llevaba desde muy pequeña a su trabajo en la Fuerza Aérea Nicaragüense. Aún recuerdo el olor de aquellos helicópteros. Todo esto me impulsó a investigar, leer más y a alimentar mi curiosidad.

¿Hubo algún momento decisivo en tu formación académica o profesional que te hizo dudar o que reafirmó tu pasión por STEM? Honestamente, no hubo un momento decisivo en el que dudara de mi pasión por STEM. Siempre tuve mis metas claras desde muy niña. Soy una persona muy determinada y raramente me desvío de mis metas.
¿Cuál ha sido el reto más grande en tu carrera hasta ahora? Terminar mi carrera ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida. Desde el inicio fue complejo y los retos nunca faltaron. Al ingresar a la universidad, sólo hablaba inglés básico y la educación era en inglés técnico. Me tomó el doble de esfuerzo entender, escribir y asimilar el contenido. El inglés era solo parte del reto; la intensidad de las matemáticas, la física y la programación requerían un gran esfuerzo. Estando en desventaja con el inglés, muchas veces no dormí para no quedarme atrás. Le pedí a Dios mucha fuerza y paciencia.

¿Ha sido complicado como mujer y extranjera desarrollarte en la industria fuera de tu país Considero que en algunos aspectos sí ha sido complicado, especialmente al ser una jefa ingeniera joven, mujer, latina y de ascendencia afrodescendiente para una empresa mundial Fortune 500, al escribirlo en si tiene ese impacto. Al inicio, muchos dudaban de mis capacidades y sentía la necesidad de probarlas una y otra vez.
¿Cómo crees que tu trabajo impacta la vida de las personas o la sociedad en general? Mi trabajo impacta muchas vidas alrededor del mundo. Durante 14 años trabajé diseñando, analizando y estudiando el comportamiento de los aviones. Parte de mi labor fue encontrar maneras de prevenir y minimizar incidentes y accidentes aéreos. Considerando que hay más de 100,000 vuelos diarios, se puede imaginar el impacto de cada decisión. En 2017, fui consciente por primera vez del impacto de mi trabajo a nivel profesional.
Hoy en día, siento una gran responsabilidad de formar e inspirar a nuevas generaciones, como parte del impacto en la sociedad. En el ámbito profesional, soy consciente de que en el área espacial, un mundo mucho más pequeño, tengo el honor y gran placer de hacer algo que es mundialmente poco común, y considero ese impacto aún más grande.
¿Qué consejo le darías a una joven que duda si STEM es el camino correcto para ella? Depende de cada persona y sus metas. Jamás tuve dudas de estudiar ingeniería física con concentración espacial/aeroespacial, a pesar de lo difícil que fue lograrlo, siempre tuve muy claras mis metas. Cada persona debe definir y esclarecer sus objetivos. Una vez que los tenga claros, deberán tomar decisiones para alcanzarlos. Si esa decisión está en STEM, entonces no debes dudar de ti misma.

¿Cómo crees que podemos motivar a más mujeres a unirse a carreras de ingeniería y tecnología? He sido testigo de muchas mujeres que tienen miedo de lograrlo, miedo de sus capacidades y de si podrán o no. El mejor consejo que puedo dar es creer en una misma. Sé que es fácil decirlo, pero una misma es su mayor impulsora. No se limiten ni se encierren negativamente pensando que no pueden. Si empiezas con una mentalidad negativa, sin ganas y sin pasión, eso te limitará. Impúlsate, y si no tienes quien te empuje, hazlo tú misma. En lo personal, jamás me he puesto limitaciones. Al contrario, pongo una barra muy alta y me doy cuenta de que puedo más de lo que pensé.


¿Por dónde debería iniciar una joven que aspire trabajar en una profesión como la tuya ?¡Estudiando! Llegué aquí gracias a Dios, a mi familia y al esfuerzo que puse en estudiar. Mientras otros se divertían en fiestas, yo estaba estudiando. No digo que nunca me divertí, pero sabía que tenía desventajas y, como decimos, «me puse las pilas». Me propuse avanzar por mi cuenta y, cuando se podía disfrutar, no me limité. Mucha gente cree que llegué aquí porque mi familia tiene dinero. Viví en un barrio en Nicaragua (mi casa aún está allí) y, cuando me mudé a Estados Unidos, viví en un lugar peligroso en Los Ángeles, dominado por pandillas. La economía de mi familia era pobre y limitante, pero mi mente y mis capacidades nunca lo fueron.
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