Jessica Alegría: Determinación, curiosidad y pasión por la tecnología

En un mundo donde la tecnología sigue dominada por hombres, Jessica Alegría se abre camino con determinación, curiosidad y una pasión inquebrantable por la innovación. Su historia es una inspiración para muchas mujeres que desean incursionar en profesiones STEM, demostrando que el aprendizaje autodidacta y la perseverancia pueden transformar carreras y abrir nuevas oportunidades.

El espíritu aventurero de Jessica también la ha llevado a convertirse en una nómada digital. “Viajo constantemente, así que no tengo un país específico de residencia. Estoy en una etapa de mi vida en la que disfruto moverme por distintos lugares mientras trabajo de forma remota. Ha sido una experiencia increíble poder combinar mi carrera con la oportunidad de conocer el mundo”, comenta.

Del marketing a la tecnología

Jessica comenzó su trayectoria profesional en un campo muy distinto: el marketing y la publicidad. Estudió en la Universidad Americana (UAM) y posteriormente obtuvo un posgrado en Neuromarketing. Sin embargo, su curiosidad por la tecnología y su interés en el mundo digital la llevaron a explorar nuevas oportunidades.

Cortesía Jessica Alegría.

“Siempre me gustó la tecnología, pero el gran cambio ocurrió cuando trabajaba en una agencia y vi de cerca el trabajo de los desarrolladores. Me parecía fascinante lo que hacían, y supe que quería aprender más sobre ese mundo”, recuerda.

Sin una formación formal en ingeniería de software, Jessica inició un proceso autodidacta, tomando cursos y certificaciones hasta encontrar su verdadera pasión: el desarrollo Front-end. “No soy una desarrolladora egresada de la universidad, pero la experiencia me hizo desarrolladora”, afirma con orgullo.

Rompiendo barreras y desafíos

Más allá de la inspiración, Jessica encontró en el dominio masculino de la tecnología un reto personal. “En la agencia donde trabajaba, todos los desarrolladores eran hombres. Me propuse demostrar que las mujeres también podemos estar en este campo y destacarnos”, cuenta.

Este desafío la llevó a especializarse cada vez más y a buscar oportunidades en el mundo tech. “Es algo que me apasiona mucho al igual que el marketing así fue como comencé mi aventura”.

El nacimiento de BAKU: innovación con impacto social

Una de las iniciativas más innovadoras de Jessica es BAKU, una plataforma interactiva de transporte público para Nicaragua.

“Soy de Chinandega y cuando me mudé a Managua para estudiar, me costaba mucho saber a qué terminal debía ir para viajar a otros departamentos. Siempre pensaba: Si tan solo hubiera una fuente de información confiable, la experiencia sería diferente”, cuenta.

Inspirada por esta necesidad, y con la oportunidad de desarrollar un proyecto innovador en una de sus certificaciones, Jessica creó BAKU. “BAKU es una plataforma donde los usuarios pueden encontrar horarios de buses, terminales y rutas, sin necesidad de ir hasta la terminal para obtener la información. Además, permite que los propios usuarios contribuyan con datos para mantener la información actualizada”, explica.

Lo que empezó como un proyecto académico pronto se convirtió en una solución real. “Al día siguiente de compartir la plataforma en redes sociales, tenía más de 20 comentarios de personas que decían ‘esto es genial’. Fue ahí cuando me di cuenta de que BAKU podía hacer una diferencia”.

De un sitio web a una aplicación

Actualmente, Jessica trabaja en expandir BAKU y convertirlo en una aplicación móvil. “A corto plazo, quiero consolidar la base de datos para incluir información sobre horarios de buses y frecuencias. A largo plazo, mi visión es transformar BAKU en una app que brinde a los usuarios una experiencia más accesible y completa”.

El camino no ha sido fácil. Hasta ahora, Jessica ha trabajado sola en el desarrollo de la plataforma, aunque espera en el futuro formar un equipo y monetizar el proyecto para hacerlo sostenible. “Hay gastos detrás de todo esto, y estamos en el proceso de atraer marcas que quieran formar parte de la plataforma”, explica.

También espera resolver el vacío de información de salidas y llegadas de los microbuses interurbanos, por ejemplo, los que viajan de Managua a Granada. “No tienen una hora específica para salir, pero trabajan con una frecuencia de salida aproximada de 20 a 25 minutos; esa es la información que estoy tratando de incorporar a la base de datos”, explica.

«Siempre tendrás miedo al intentar algo nuevo, pero la clave está en hacerlo de todas formas»

Para Jessica, el mayor desafío no ha sido aprender a programar, sino vencer el miedo y la autolimitación. “Siempre tendrás miedo al intentar algo nuevo, pero la clave está en hacerlo de todas formas. Nunca te quedes con la duda de ¿qué hubiese pasado si lo hubiera intentado?”.

Su mensaje para las mujeres interesadas en STEM es claro: “Todas somos capaces. Las limitaciones hay que borrarlas. Más allá de confiar en nosotras mismas, hay que trabajar duro y ser disciplinadas. Si trabajas con pasión y esfuerzo, las cosas se dan”.

La historia de Jessica Alegría es un testimonio de que la determinación y el deseo de aprender pueden abrir puertas impensadas. Con su trabajo, no solo ha encontrado su pasión, sino que también está contribuyendo a transformar la vida de muchas personas en Nicaragua.

Jessica tiene claro su futuro: “Me veo como una gran desarrolladora, tomando nuevos retos y explorando oportunidades que hoy parecen inalcanzables, pero que sé que lograré. Siempre busco salir de la caja y enfrentar lo desconocido. Ahí es donde quiero estar, ese es el camino que quiero seguir”.


Descubre más desde Nicawomantech

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.