¿Te has preguntado cómo puede mejorar tu vida si aprovechas el potencial de la inteligencia artificial en lugar de temerle?

En el marco del Día de la Apreciación de la Inteligencia Artificial, la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) organizó un conversatorio en vivo que reunió a profesionales de distintas disciplinas para reflexionar sobre el impacto, oportunidades y dilemas éticos de la IA. La actividad fue parte de la iniciativa “IA con propósito humano”, y dejó claro que estamos ante un momento crucial: o aprendemos a convivir con la inteligencia artificial, o corremos el riesgo de quedarnos atrás.

Inteligencia artificial y resiliencia: una analogía poderosa

El conversatorio abrió con una intervención del Máster Josías Guzmán, director de psicología de UTH, quien propuso una metáfora entre la resiliencia humana y la capacidad de los materiales para absorber y recuperar su forma ante impactos. Tal como la arquitectura de Zaha Hadid transformó paradigmas en un entorno adverso, hoy los profesionales debemos “moldearnos” para integrar herramientas como la IA, sin perder nuestra esencia.

La resiliencia, dijo Guzmán, se construye sobre cinco pilares: propósito, flexibilidad, recuperación emocional, control interno y apoyo social. Y estas competencias serán esenciales en un mundo donde la IA influye cada vez más en nuestras decisiones, trabajos y relaciones.

Experiencias reales, usos concretos

Durante el evento que estuvo moderado por la Dra. Alelí Castro Orellana de UTH, varios invitados compartieron cómo la inteligencia artificial ya está transformando su quehacer profesional:

• Karla Alas, Abogada salvadoreña, habló sobre cómo la IA le permite acceder a jurisprudencia, elaborar informes y preparar clases con mayor rapidez y precisión. Destacó que la transparencia en el uso de datos y el consentimiento informado deben ser pilares en el desarrollo de tecnologías basadas en IA y planteó el dilema en torno a la autoría en tiempos de IA.
• Jeffrey Castro, Presidente de PMI Honduras, explicó cómo la IA actúa como un “copiloto” en la gestión de proyectos. Desde tomar minutas hasta generar ideas, la IA le ha permitido trabajar más eficientemente, priorizando lo humano sobre lo repetitivo.Enfatizó que el aprendizaje práctico es crucial: no basta con leer sobre IA, hay que experimentar con prompts, analizar los resultados y mejorar iterativamente.
• Lucía Morales, Comunicadora y fundadora de NicaWomanTech, aportó una visión regional sobre la IA como herramienta de empoderamiento para mujeres en tecnología. Destacó que la inteligencia artificial no debe verse como enemiga; más bien es una aliada que nos ayuda a ser más eficientes, pero la creatividad, la estrategia y la identidad siempre deben ser nuestras.
• Msc. Oscar Pineda, director de marketing digital de UTH Florida University situada en Estados Unidos. Resaltó la IA como una herramienta que potencia la eficiencia, creatividad y capacidad de predicción, siempre que se empleen prompts bien formulados y con contexto profesional. Destacó el uso de IA predictiva para evaluar riesgos y adelantarse a problemas.

Ética, educación y adaptación

El conversatorio también abordó preguntas clave: ¿Debemos regular la IA? ¿Cómo educamos para su uso ético? ¿Qué habilidades humanas se volverán más valiosas? La respuesta fue clara: la inteligencia emocional, el pensamiento crítico y la ética profesional no pueden ser sustituidos por ningún algoritmo.

Un llamado desde Latinoamérica

Este evento fue una invitación a ver la inteligencia artificial no solo como una herramienta técnica, sino como un motor de transformación social. Se planteó una visión de la IA más humana, más accesible, y más consciente de las realidades locales.