Cuando empresas, emprendedores o instituciones buscan cómo proteger sus ideas, datos y reputación en el entorno digital, el nombre de Karla Alas aparece como referencia clave en nuestra región. Abogada especializada en derecho digital, propiedad intelectual y ciberseguridad, Alas lidera áreas estratégicas en una firma regional donde diseña soluciones legales innovadoras frente al avance acelerado de la tecnología. Con más de quince años de experiencia, su enfoque combina el conocimiento jurídico con una visión práctica y ética que responde a los desafíos de la inteligencia artificial en América Latina.
De la propiedad intelectual al derecho digital
El motor de su especialización fue la necesidad de defender las ideas. “Ver cómo las creaciones de personas brillantes quedaban desprotegidas me impulsó a estudiar propiedad intelectual. Luego, con la transformación digital, comprendí que el campo debía ampliarse”, nos comparte para este artículo. Así comenzó a profundizar en temas como cibercrimen, protección de datos y, más recientemente, inteligencia artificial.
¿Quién es el autor de una obra hecha con IA?

Karla no solo analiza la ley: la reinterpreta para escenarios inéditos. La aparición de herramientas como ChatGPT, Midjourney o generadores de imágenes ha traído nuevas oportunidades… y también vacíos legales. Actualmente no hay una figura legal única o clara en la mayoría de países de América Latina. Muchos usuarios no saben que las obras generadas por IA no siempre están protegidas por derechos de autor, ni comprenden los riesgos de alimentar estos sistemas con datos sensibles. “Uno de los errores más comunes es creer que todo lo creado con IA es automáticamente propio. Pero no es así”, advierte.
En general, el autor debe ser una persona humana, por lo que las obras 100% generadas por IA pueden quedar fuera de protección tradicional de derechos de autor. En casos donde hay intervención creativa humana sustancial, esa persona puede ser considerada autora o titular. Es un debate abierto, y uno de los temas legales más relevantes de esta década. Hay concepciones que nos permiten apostar por el hecho de proteger la obra porque el comando lo brindó alguien, pero deberemos esperar los criterios y la ética en la que se subsume esto, para determinar quien al final cobrará su autoría.


IA en América Latina: oportunidades y riesgos
Para Karla, el auge de la inteligencia artificial en la región es inevitable, pero debe estar acompañado de una educación legal clara. “La IA puede cerrar brechas tecnológicas, aumentar la productividad y democratizar la creatividad. Pero si no se usa con conocimiento, puede generar infracciones, pérdida de derechos e incluso discriminación”.
Entre los principales riesgos menciona la recolección indebida de datos personales, el perfilamiento automatizado sin transparencia y los deepfakes, es decir, contenidos manipulados que suplantan rostros o voces. “Hoy en día existen mecanismos legales, pero no son suficientes. Urge una actualización normativa que proteja específicamente la identidad digital de las personas”, enfatiza.
Frente a estos desafíos, propone acciones concretas como: monitorear nuestra huella digital, exigir el derecho a la eliminación de contenidos falsos y usar tecnologías de verificación de imágenes. Y, sobre todo, tener conciencia ética: “Si usás IA en tus productos o servicios, decilo. Informar es parte de una cultura de respeto”.
El nuevo rol del derecho en la era digital
Lejos de ver la tecnología como amenaza, Karla cree que la abogacía debe transformarse en aliada del cambio. “El abogado del futuro tiene que dialogar con ingenieros, programadores y diseñadores. El derecho digital ya no es un nicho, es transversal y urgente”, indica.
Esa transversalidad la lleva a promover soluciones legales accesibles y disruptivas que respondan al ritmo del emprendimiento. Y también a compartir su conocimiento de forma activa: está desarrollando proyectos educativos para acercar estos temas a niñas, adolescentes y emprendedores desde edades tempranas, apostando por una alfabetización digital con enfoque ético.
Consejos para emprendedores en tiempos de IA
A quienes están empezando a integrar herramientas de IA en sus negocios, Karla les comparte estos tips:
- Conocer las políticas de uso de cada herramienta (ChatGPT, Midjourney, Perplexity, Gemini, Grok etc.).
- Evitar el uso de información sensible o confidencial al interactuar con sistemas automatizados.
- Tener transparencia con sus clientes: si algo fue generado con IA, debe decirse.
- Buscar asesoría legal si va a monetizar contenido creado con o por IA.
- Respetar los derechos de autor de terceros y no asumir que todo lo que genera la IA es «libre de uso».

Una referente regional con mirada humana
Más allá de su experiencia técnica, Karla Alas representa una generación de profesionales que entienden que el progreso tecnológico debe ir de la mano con la ética, la educación y la inclusión.
¿Planes profesionales futuros?
«Ahora estoy enfocada en impulsar soluciones legales accesibles y disruptivas para personas y empresas que innovan, especialmente en Centroamérica» nos comparte. Planea seguir formando parte de iniciativas que integren derecho, educación digital y ciberseguridad, con enfoque humano y regional. También está desarrollando proyectos editoriales y educativos para acercar estos temas a niños, adolescentes y emprendedores desde etapas tempranas. Porque, como ella afirma, “la innovación no puede ser a costa de los derechos; debe construirse con ellos en el centro”.
Nota: Este artículo fue mejorado con ayuda de la inteligencia artificial.
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