Julieta Fierro: «La astronomía es como una canción, que aunque no entiendas, ya vale la pena por ser tan hermosa»
Desde pequeña enfrentó obstáculos, pero encontró en las imágenes, en los libros y en las preguntas su camino hacia la ciencia. Julieta Norma Fierro Gossman nació en la ciudad de México un 24 de febrero de 1948 y falleció el pasado19 de septiembre de 2025.
Pero ¿quién es esta mujer que dejó una huella imborrable en la astronomía y, sobre todo, en la divulgación científica? Física de formación, astrónoma por pasión, Julieta encontró en las estrellas una forma de contar historias sobre la curiosidad, la igualdad y el asombro. En la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) estudió y ejerció la docencia, investigó la materia interestelar (esa mezcla de gas y polvo que está entre las estrellas), escribió más de cuarenta libros, participó en medios, creó exposiciones y museos, y abrió espacios para que más niñas, adolescentes y jóvenes se interesaran por la ciencia.
Julieta Fierro, divulgadora científica
Aportes destacados a la ciencia y su divulgación
Investigación: Su trabajo científico se centró en la materia interestelar, estudiando el gas y polvo que flotan entre las estrellas, y más adelante también exploró aspectos del Sistema Solar.
Publicaciones: Autora de más de 40 libros, muchos de ellos dedicados a la divulgación. Algunos títulos notables son La familia del Sol, Nebulosas planetarias: la hermosa muerte de las estrellas, y Astronomía, ¿para qué?, entre otros.
Divulgación innovadora: Más allá de los textos, Julieta usó un estilo lúdico, accesible, mezclando humor, objetos didácticos, teatro, lo cotidiano y lo fantástico para acercar a niñas, niños y adultos al cosmos.
Instituciones y espacios para la ciencia: Fue directora general de Divulgación de la Ciencia en la UNAM, dirigió museos como Universum y el Museo Descubre, presidió organismos nacionales e internacionales dedicados a la educación científica y formación de públicos.
Reconocimientos: Premios como el Kalinga de la UNESCO (1995) por su excelencia en divulgación, doctorados honoris causa, su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, entre muchos otros. Además, se nombró una especie de luciérnaga con su nombre: Pyropyga julietafierroae.
“La educación me salvó la vida. Me hizo científica y luego me dio la oportunidad de construir una forma divertida de investigar la Astronomía, de divulgar las ciencias y saber que esta actividad produce placer y felicidad.” Julieta Fierro. Fuente: La Crónica de Hoy
“Hay que divulgar la ciencia de manera sencilla, pero con inteligencia … Hay que pensar en libertad, arriesgarse.” Fuente: Biblioteca Central de la UNAM (charla pública)
¿Por qué importa su historia?
Julieta Fierro no solo fue una científica; fue un puente. Un puente entre la investigación y el público, entre la ciencia y la sensibilidad humana. Su historia es importante porque:
Porque nos recuerda que las dificultades no determinan tu destino; pueden ser semillas de fuerza. Julieta convirtió desafíos (como la dislexia o una historia familiar difícil) en motivación
Porque también nos enseña que la ciencia no es algo distante, inaccesible o solo para quienes “ya lo saben todo”. Es algo que cualquiera puede amar, explorar, compartir.
Porque fue una defensora real de que mujeres jóvenes tengan las mismas oportunidades: de estudiar, de investigar, de decidir también si quieren ser madres sin tener que abandonar sus sueños científicos.
Hoy, su legado vive en niñas y niños que miran al cielo sin miedo, que preguntan “¿por qué?” y “¿cómo funciona esto?”, que sueñan con estrellas y ecuaciones, con experimentos y comunidades. Porque Julieta nos enseñó que la ciencia no es para unos pocos: es para todos.
Nota: Este artículo se elaboró con apoyo de herramientas de inteligencia artificial como Chat GPT y Gemini.
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