«Lo que haces marca la diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres hacer.» Jane Goodall

Nación un  3 de abril de 1934, en Reino Unido.  De niña, recibió de regalo un chimpancé de peluche al que su padre nombró «Jubilee». Su cariño al juguete fue el inicio de su amor por los animales. Hasta su muerte, el juguete permaneció en su casa en el sur de Inglaterra.

Jane siempre fue una apasionada de los animales, lo cual la llevó a la granja de una amiga suya en las tierras altas de Kenia en 1957 y ese fue el inicio de su trayectoria. Con apenas 26 años, viajó sola a Tanzania para estudiar a los chimpancés salvajes, iniciando una investigación que transformó la manera en que entendemos a los animales y a nosotros mismos.

En un tiempo en el que la ciencia estaba dominada por hombres, Jane Goodall abrió camino y demostró que la pasión y la curiosidad son capaces de derribar barreras. Su historia es un ejemplo de valentía y perseverancia que hoy inspira a miles de jóvenes a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

Hoy te compartimos cinco claves de su vida científica que marcaron un antes y un después:

  1. Romper barreras de género y tradición: sin formación universitaria formal en biología al inicio, Goodall se convirtió en investigadora de campo y desafió la idea de que solo los “expertos” podían generar conocimiento valioso.
  2. Descubrimientos revolucionarios: observó que los chimpancés crean y usan herramientas, algo que hasta entonces se creía exclusivo de los seres humanos.
  3. Una nueva mirada a los animales: mostró al mundo que los chimpancés tienen emociones, vínculos sociales y comportamientos complejos, cambiando la relación entre ciencia y naturaleza.
  4. Compromiso con la conservación: fundó el Instituto Jane Goodall y el programa juvenil Roots & Shoots, creando una red global que promueve la protección ambiental y el liderazgo juvenil.
  5. Inspiración intergeneracional: su trayectoria ha motivado a mujeres y jóvenes de todo el mundo a romper estereotipos, demostrando que la ciencia también se construye con empatía, intuición y pasión.

El legado de Goodall va más allá de los descubrimientos. Su vida demuestra que la ciencia puede hacerse con rigor, pero también con empatía y compromiso ético. Ha inspirado a miles de mujeres y jóvenes a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), desafiando estereotipos y recordando que la pasión y la curiosidad son motores tan poderosos como la técnica.

Jane recorrió el mundo como defensora incansable de la biodiversidad y del planeta. Su mensaje fue claro: lo que cada persona hace, por pequeño que parezca, tiene el poder de transformar el futuro.

Jane Goodall falleció en la madrugada del 1 de octubre de 2025 a la edad de 91 años por causas naturales mientras se encontraba en una gira de conferencias en Estados Unidos.

El aporte de Jane Goodall a la ciencia no es únicamente haber ampliado el conocimiento sobre los chimpancés, sino haber demostrado que la observación atenta y el respeto profundo hacia la naturaleza pueden cambiar nuestra manera de habitar el mundo. Su legado nos recuerda que la ciencia, cuando se guía por la pasión y el propósito, puede ser una fuerza para el bien común.

Nota: Este artículo fue elaborado a partir de contenido procesado por IA.


Descubre más desde Nicawomantech

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.